Código europeo para caminar

Un código europeo de buen andar


Existen códigos de buen caminar en muchos países. No es posible ni deseable intentar armonizar estos códigos. Se han desarrollado a lo largo de largos períodos de historia y, a menudo, se basan en la experiencia y la práctica. Por ejemplo, en algunos países se camina en grupos grandes, mientras que en otros grupos pequeños o familias son la forma normal de caminar. En algunos países es popular llevar grandes mochilas para caminar durante varios días, mientras que en otros se realizan excursiones de un día sin mucho peso en la espalda. En algunos países, se requiere que uno se mantenga estrictamente en un sendero, mientras que en otros uno es libre de ingresar al campo abierto.

Este Código Europeo de Buen Andar no pretende reemplazar los códigos o normas nacionales existentes. Nuestro esfuerzo es rastrear las buenas prácticas comunes con el fin de brindar a los caminantes un punto de partida para adaptar su forma de caminar en otros países europeos.

  1. Nuestra herencia europea común está marcada por la diversidad que vemos como un tesoro. Nuestro objetivo es descubrir Europa al ritmo que resulta más natural para los seres humanos, es decir, caminar.
  2. Caminar significa cosas muy diferentes en diferentes países. Caminar se ha desarrollado en el contexto de diferentes culturas. Nos gustaría aprender qué significa caminar en el país en particular en el que caminamos y queremos respetar esto.
  3. Queremos saber qué reglas de acceso existen en la región particular en la que pretendemos caminar.
  4. Nos gustaría acercarnos a la naturaleza y la cultura con la mente abierta, intentando aprender sin prejuicios.
  5. Cuando caminamos, respetamos la propiedad ajena, evitando cualquier perturbación y destrucción. No dejamos basura.
  6. Queremos mostrar consideración por los animales y la vida silvestre y evitar molestarlos en su entorno natural. Dejamos flores y plantas donde crecen.
  7. Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de las bellezas de la naturaleza. Debemos evitar criticar a otros caminantes y usuarios de senderos que quizás sigan reglas distintas a las que traemos de casa.

ERA de la Comisión de Caminatas, 2002