Declaración de Marcoussis

El senderismo es una actividad que, en el contexto de un deseo de descubrir y comprender los entornos naturales y humanos, crea una pasión por compartir en un ambiente de buena voluntad. 

Un pasatiempo que exige resistencia, el divagar requiere un mínimo de conocimientos y preparación a cambio de un máximo de placer y seguridad. En el contexto social, es absolutamente necesario que sus organizadores cuenten con líderes competentes y calificados. La gestión de divagaciones exige, entre otras cosas, que se sigan ciertas reglas. 

  • Conocer en detalle la ruta, las condiciones meteorológicas y cualquier aspecto particular del entorno elegido. 
  • Prepararse juzgando el estado físico de la fiesta, el horario y adquiriendo conocimiento del terreno a atravesar. 
  • Proporcionarse el equipo adecuado para garantizar la protección y seguridad de la fiesta. 
  • Actuar de forma adecuada que conserve el esfuerzo, siendo consciente de los posibles riesgos y respetando el entorno. 
  • Adaptarse a las condiciones cambiantes, las habilidades del partido, los cambios de ruta y saber cuándo dar marcha atrás si las condiciones se deterioran. 

Para responder a estas demandas, la formación de líderes es una necesidad absoluta. Un programa de formación con un núcleo común en cada país, debe evolucionar hacia un nivel adecuado de competencia para la gestión y organización del senderismo como actividad. Por tanto, cada programa debe contener tres elementos: 

  • habilidades técnicas 
  • Las capacidades cognitivas 
  • respeto por el medio ambiente y el patrimonio cultural. 

El placer de encontrarse en el divagar está asegurado respetando determinadas normas y el contexto del grupo social es el mejor entorno en el que contribuir a ello mediante una minuciosa organización de la actividad y una gestión de alta calidad.